TRAVESÍA A NADO ALMERISWIM 2018, PLAYA DE PONIENTE, ALMERIMAR, ALMERÍA (10.000m, 5.000m, 1.500m Y 750m). 8 JULIO 2018.

PÓDIUM ABSOLUTO EN LOS 10 KM DE ALMERISWIM 2018

El pasado domingo 8 de julio, se disputó la travesía a nado Almeriswim 2018, en la playa de poniente de Almerimar, Almería. La prueba es una de las clásicas travesías de verano en la costa de Almería. La climatología de los días previos no fueron malos, pero sí con el agua bastante fría a estas alturas del verano.

Llevaba una semana con un fuerte dolor de garganta y oído, que aunque no me impedía entrenar, me provocaba dolor en algunos momentos. 

Me fui a Almería la mañana del sábado junto con mi hermano, Vanesa (novia de mi hermano), mi madre y mi prima Ángeles y, después de comer algo, me tiré a nadar unos minutos con mi hermano. El agua estaba algo fría al principio pero buena para nadar (mejor de lo que yo me esperaba). El domingo por la mañana, la temperatura exterior no era alta, además había algunas nubes y viento, por lo que escogí definitivamente nadar con el neopreno. Decidí meterme en el agua a calentar para comprobar la temperatura de la misma, y cómo eran los primeros metros de la playa. 

A las 08:30 de la mañana, se daba la salida a los casi 50 nadadores de las pruebas de 5 y 10 kilómetros, que afrontaban un recorrido en forma de rectángulo de 5 kilómetros. La prueba tenía programada la salida y llegada desde la arena de la playa, corriendo a pie unos pocos metros y estaba cronometrada por los chips que llevaban los nadadores en los tobillos.

La salida fue rapidísima, parecía una travesía de 3.000 metros, donde todos quieren salir por el lado más cercano a la primera boya de giro. Y tras los primeros metros de carrera a pie, y de saltos y delfines por el agua, comenzamos a nadar y recorridos los primeros metros, se empezaron a formar los grupos.
El veterano Rubén Rodríguez, se puso a liderar la prueba, seguido por dos nadadores que participaban en la prueba de 5 Km, detrás me encontraba yo, y a continuación se formó un grupo de unos 4 nadadores. Así hicimos el primer kilómetro hasta que David Marchena nos adelantó a todos y se puso a tirar. Cambio brusco de ritmo en el que le siguió solamente un nadador de los que participaban en los 5 kilómetros. Yo me quedé cortado unos 10 metros junto con otro chaval y Rubén. Intenté mantener la calma y cuando pude fui apretando poco a poco para pillarlos. Me puse a tirar, y tras mucho esfuerzo conseguí pillarlos. Aquí Rubén se quedó atrás. En cabeza, nos encontrábamos David, los dos chavales de 5.000 metros y yo. Tras girar la boya de los 2,5 kilómetros, nos dirigimos a una boya que no era, con lo cual una piragua nos dijo que teníamos que volver para atrás y girar por otra boya. En este momento nos adelantó Rubén, ya que él lo hizo bien. En este momento me puse a tirar yo a un ritmo fácil, hasta pillar a Rubén. Adelantamos a Rubén, pero David vuelve a cambiar de ritmo, y aquí es unos de los momentos donde peor lo pasé. Mi cuerpo no respondía tras ese cambio, y tuve que dejar que se escapara junto con los dos chavales del 5.000 metros. Poco a poco me pilló Rubén. Se puso a tirar y aún así no pude seguirle el ritmo, se me escapó. Así llegamos a los primeros 5 kilómetros.

Tras salir de la playa y pasar por el cronometraje y el avituallamiento, vi a Rubén que se había parado en el avituallamiento que se encontraba junto al arco de meta, yo no me paré, yo seguí. Me tiré al agua de nuevo y me puse a nadar con un ritmo fácil. Sabía que quedaban muchos metros y no me encontraba tan bien como quería. Al cabo del primer kilómetro de la segunda vuelta me volvió a pillar Rubén, y en este momento paré y me tomé un gel rápidamente. Me puse a sus pies a seguir su estela, pero vi de nuevo como poco a poco se me iba escapando. Solo me quedaba aguantar y seguir en solitario durante más de 3 kilómetros que quedaban. A los 2 kilómetros de la segunda vuelta, me sientía mejor e intenté nadar con la mejor técnica posible, agarrando la máxima agua posible e intentado alargar todo lo posible los brazos. Pero también sentía molestias en los hombros, sobre todo en el rotador izquierdo. Llegué al último avituallamiento de la prueba y decidí parar. Pedí agua, isotónico y de nuevo agua. Miré atrás, vi que no me seguía nadie cerca y seguí con los 2,5 kilómetros finales.
Los dos últimos kilómetros se me hicieron eternos. Sin duda, la peor parte y donde peor me sentí durante toda la competición. No veía apenas las boyas de referencia, apenas veía a Rubén, y para poner más emocionante la prueba, subió un poco la marea. Sentía como daba muchísimas brazadas en muy pocos metros. Sentía que no deslizaba nada. Me sentía solo en mitad del mar, ninguna embarcación ni ninguna piragua cerca de mí. Intenté mantener la calma y enfocar mi cerebro en pensamientos positivos ya que me quedaban pocas fuerzas. Siempre iba mirando mucho para atrás por si se me acercaba algún nadador, sabía que iba tercero y no quería perder esa posición. Tras mucha pelea en mitad del mar, por fin veía la última boya e intenté dirigirme a ella lo más recto posible. Una vez rodeada la última boya volví a mirar para atrás y asegurarme de que no tenía a nadie detrás cerca. Últimas brazadas, intenté apretar algo, pisé tierra, miré el crono, me dije ¡Bien! y corrí hasta el arco de meta.

De esta forma consiguí llegar a meta como tercer clasificado absoluto de la prueba, cerrando el pódium de la general, marcando un tiempo de 2h.24'44". La prueba fue ganada por David Marchena del H2O El Ejido (después de la prueba me enteré que fue nadador profesional, hace ya muchos años, espaldista), 2h.17'04; seguido de Rubén Rodriguez del C.N. Bahía De Almería, 2h.23'40".
Soy además Campeón (y único) Masculino de mi Categoría (Senior).

Me gustaría destacar también la actuación de mi hermano en la prueba de 1.500 metros, con un tiempo final de 18'13", consiguiendo un Cuarto puesto en la Clasificación General y un Segundo puesto en su Categoría (Senior). 

Una vez más quería aprovechar la ocasión para dar las gracias a mis padres, a mi hermano, a mi familia y a la gente que me apoya y anima.